Se trata de una red de personas e instituciones que funciona como una gran franquicia en distintos mercados, España incluida. Y aunque se permiten ciertas “adaptaciones”, se repiten estrategias, objetivos, y discursos casi copiados en un mensaje que está calando: se estima que los partidos antimigración podrían obtener hasta un 25% de los 705 escaños del Parlamento Europeo.
