Éramos una juventud que aspiraba a mejorar su vida. Lo advertimos, pero nadie nos escuchó. Somos la Generación Casandra, y nos han vaciado la hucha del futuro.

Éramos una juventud que aspiraba a mejorar su vida. Lo advertimos, pero nadie nos escuchó. Somos la Generación Casandra, y nos han vaciado la hucha del futuro.
El filme de Gabriel Pecot producido por la Fundación porCausa optará a un premio como mejor documental en la XIII Edición del Festival Internacional de Cine Social de Castilla-La Mancha.
Ya no vale culpabilizar a la juventud, España necesita pactos por la educación, la vivienda y el empleo.
La desigualdad de ingresos y la de género son las sospechosas habituales cuando organizaciones, expertos, académicos y datos alertan de la fragmentación que se está produciendo en nuestra sociedad. A ellas se debe añadir una más: la desigualdad generacional.
La precariedad y la falta de expectativas se han incrustado como chapapote en el perfil de una generación determinando sus decisiones vitales, sus opciones políticas y sus oportunidades económicas.