Elsa tiene 22 años y vive en Londres. Diego tiene 25 y vive con su abuela. Elsa estudia un máster y no trabaja. Diego está terminando la carrera y trabaja los fines de semana en un McDonald’s. Tienen en común que son jóvenes, pero el concepto de juventud no es el mismo para ambos.

El nivel adquisitivo de sus familias ha determinado los estudios, el ocio, las expectativas de futuro y la tranquilidad o la fiereza con la que se enfrentan al mundo. La crisis ha rasgado esta generación de jóvenes provocando una fuerte desigualdad generacional incluso entre la clase media y la clase trabajadora.

Diego estudia cuarto de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Además del trabajo en la hamburguesería, escribe sin cobrar por sus textos en el blog de música Bandalismo. Su situación financiera es delicada ya que es independiente de sus padres y lleva trabajando desde los 16 años para poder pagarse sus gastos. La carrera se la ha podido financiar a base de ayudas del Estado pero, a día de hoy, la incompatibilidad de las becas con un trabajo, aunque sea precario, le impide estudiar más allá del fin de grado. Comenzó la carrera de Historia de la que cursó los dos primeros años. La dejó y se fue a vivir durante nueve meses a Inglaterra, donde trabajó en un bar. Decidió retornar a España para formarse con la idea de así conseguir una estabilidad en el futuro, una estabilidad que aún no ha encontrado.

Elsa cursó la carrera de Nutrición en la Universidad Autónoma de Madrid. Quería hacer máster y, a la vez, salir de España para mejorar el idioma y tener experiencias diferentes: vivir sola, estar en contacto con gente diferente. Eligió Londres porque ya lo conocía de un curso de verano. Le gustaba la ciudad. Se planteó Estados Unidos pero la distancia y el precio le hicieron decidirse por ir a estudiar la London Metropolitan University.

Las posibilidades de los que tienen dinero

¿Qué opinas de la premisa ‘tanto tienes tanto vales’?
Diego: Es mentira. Si tienes, puedes demostrar que vales. Si no tienes, es más difícil demostrar que vales.

¿Crees que el dinero decide tu futuro?
Diego: No lo decide pero ayuda a orientarte, te da más facilidades. Si yo el día de mañana quiero montar un medio, si tengo dinero lo puedo montar. Tienes unas posibilidades que no tienen los que no tienen.

¿Han influido tus recursos en tu formación?
Elsa:
La Universidad Autónoma aunque es pública tampoco es gratis… hay que decirlo. Durante la época del colegio mis padres también invirtieron mucho dinero, porque el Liceo Europeo era un centro privado. Yo creo que en todos lo pasos de mi vida ha sido definitivo que mis padres pudiesen pagarme la educación que ellos pensaban que era la mejor.

Cuando vine a Londres intenté aplicar para becas pero no me las concedieron. Poder estudiar aquí igualmente me está abriendo puertas en el futuro, porque he salido de España, estoy en una buena universidad y estoy aprendiendo inglés. Creo que al estudiar fuera se me tendrá más en cuenta en España.

«¡Adapta el temario!»

¿Os parece importante la educación para el futuro de este país?
Diego:
Es superimportante, aunque en este país la educación deja mucho que desear. En todos los ámbitos, en el universitario, en el preuniversitario, en el postuniversitario.

Elsa: Yo creo que la educación es lo más importante para conseguir un futuro bueno para ti y para que crezca la sociedad.

¿Qué opináis de la educación pública?
Diego: Pésima. Y la privada, también, no se aprende nada en ningún lado. ¿Puedes aprender? Sí, todo el mundo es libre de aprender. ¿Te ponen las bases y las herramientas para aprender? Sí, pero nadie te enseña, no se enseña nada. Yo el año que más he aprendido es segundo de bachillerato. Yo no he aprendido nada en las dos carreras en las que he estado. Nada.

No hay respeto por Bolonia, llevamos seis años en Bolonia y hay profesores que siguen sin cambiar los temarios. Derecho, por ejemplo, duraba un año. Y ahora lo han cortado en cuatro meses y te dan el mismo Derecho, y si no se llega al final del temario te jodes y bailas. ¿Qué está bien? A ti como estudiante te da igual pero realmente si me estás pidiendo juzgar el sistema…Una mierda de sistema. ¡Adapta el temario! Si Europa dice que en cuatro meses se puede dar Derecho, mata tu asignatura de derecho de un año y conviértela en una asignatura de derecho de cuatro meses.

Elsa: Creo que en España la calidad de las universidades públicas es bastante buena… de hecho algunas públicas son mejores que las privadas que hay. Fuera de España no hay tanta facilidad para que eso sea así.

Creo que en este momento mucha más gente tiene la posibilidad de acceder a la universidad y más gente está interesada en ello. Pero a la vez, al haber tanta gente que ha ido a la universidad tienes que hacer máster, posgrado o incluso doctorado para poder destacar… aún así se está viendo que la gente que lo hace se tiene que marchar porque no tiene trabajo.

Durante los años de colegio a mí me exigían más. Yo sentía más presión y responsabilidad, nos hacían trabajar mucho. Los años de bachillerato fueron duros. Cuando llegué a la carrera yo sentí que la carga de trabajo era menor, que no tenía que hacer tanto trabajo. Me parecía más sencillo. Cuando llegaban los exámenes lo pasabas mal, pero el resto del tiempo no me sentía tan presionada y podía hacer más cosas entre semana. En el posgrado, que yo pensaba que igual también era más complicado, tampoco siento que la carga sea mucho mayor.

¿Cuándo termines la carrera, qué piensas hacer?
Diego: Seguir estudiando no, porque no puedo. Buscar trabajo, que llevo buscándolo dos meses. Pero claro, buscar trabajo es muy difícil porque ¿qué buscas? ¿Mercadona? Estoy trabajando en el McDonalds los fines de semana, ¿busco para Mercadona entre semana? Es que si no no puedo vivir, no tengo suficiente dinero para vivir. Tengo que buscarme un curro para entre semana, ir a la universidad por las tardes y otro curro los fines de semana. ¿Y el periodismo dónde está? ¿Y mi futuro dónde está? Ese es el problema, el tiempo que pierdo trabajando en un trabajo de mierda que no me supone ningún esfuerzo y que me da dinero, me lo estoy quitando de hacer unas prácticas impagables que te pagan 200 euros pero que hay que hacer para progresar en tu carrera. El cuerpo me pide dinero, porque necesito comer, necesito vivir, necesito un techo pero el futuro te dice otra cosa.

¿Creéis que el Estado fomenta la formación de sus jóvenes?
Diego: Sí. Por experiencia personal, sé que el sistema de becas funciona, y funciona bien pero es injusto. Yo en bachillerato saqué matrícula de honor y por ello te pagan el primer año de carrera. También pedí la beca y me dieron 3.000 euros. Son cosas diferentes, pero yo ese dinero me los gasté en viajar, no en estudiar, porque me sobraban porque ya tenía pagada la carrera.

Pero a mí, hoy por hoy, que trabajo y 400 euros al mes, no me dan becas precisamente porque trabajo. Con 400 euros al mes, no me puedo pagar una carrera. O vivo o me pago la carrera, no son cosas compatibles. Otro ejemplo, una amiga mía tiene beca Erasmus y su madre cobra unos 100.000 euros al mes [sic] y le han dado una beca de 3.000 euros para irse a estudiar a Roma. ¿No hay una Hacienda que controle que lo que yo cobro según mis ingresos familiares, patrimoniales, no vale para pagarme una carrera y que lo que ella tiene da de sobra para que irse a Roma con lo que quieras? Si quieres una beca, que sea una simbólica, no una beca de ayuda porque ese dinero lo estás invirtiendo en una persona que no lo necesita y se lo estás negando a otra persona que lo necesita mucho más. Es complicado, ¿funciona el sistema de becas?, ¿dan becas a la gente? Sí, pero creo que debería estar mucho más medido.

Elsa: En los últimos años han disminuido las facilidades que se ofrecían a la gente para poder acceder a la universidad. Se han estado dando menos becas y la gente que antes tenía facilidades para entrar lo han tenido incluso que dejar… Sobre todo, yo creo que en los posgrados han subido muchos los precios y había gente que antes podía permitírselo pero si se pasa de 2.000 a 5.000 euros, ahí ya es más complicado que puedan hacerlo. Yo creo que eso sí que se debería mejorar en el futuro.

¿Creéis que los políticos se preocupan por la educación?
Diego: Pues no mucho, la cosa es que se mantenga el sistema. El sistema va bien, España es un país que se queja poco, pues pan para el pueblo.

«La política está de moda»

¿Os parece que la juventud española está involucrada y concienciada con la situación social actual?
Diego:
Creo que la juventud está relativamente concienciada porque no hay otra. Al final, cuando la realidad te golpea en la cara tantas veces, la tienes que ver. Pero hay fallas, la universidad es un campo de niños de papá. Y me refiero a la Complutense, que es una universidad pública. Está llena de gente que viene de fuera a estudiar, que tienen dinero. Por eso te planteas si la educación pública es permisible para todo el mundo. Sí, técnicamente sí y debería serlo pero luego cuando ves la realidad te das cuenta de que no tiene nada que ver.

Elsa: En general, sí. A mí la política no me interesa mucho y no estoy informada, menos ahora que estoy en Inglaterra. Pero yo sí que veo que la gente tiene ideas y escribe. Ha habido, tras los años de crisis, gente involucrada y que quiere hacer cosas para cambiar.

En vuestro entorno, ¿están involucrados?
Diego:
La gente que al final se incorpora [a la universidad] tiene una situación en la que no le toca tan de cerca, lo ve porque es imposible no verlo. Lo tienen claro, pero no tengo claro que estén comprometidos en el tema.

¿Y compromiso político?
Diego:
Sí, lo hay, está de moda, ¿no? Está de moda pensar en política. Los medios crean opinión, hace diez años la política no molaba, a nadie le gustaba la política, ahora la política mola y a todo el mundo le gusta la política. Yo creo que es una consecuencia natural de la situación.

¿Qué opinión os merece la política española?
Diego:
No voto. Así que lo que opino de la política española es que se pueden ir todos a tomar por culo. Quiero decir, que es mentira, no me creo nada de nadie de ningún punto de vista ni desde ningún objetivo. Creo que todo está manipulado. La clave está en las elecciones, si hubiera segunda vuelta se celebraría en junio desde unas elecciones que han sido en diciembre. Seis meses sin gobierno, ¿y aquí no pasa nada? Lo que me estáis diciendo es que se puede estar sin gobierno perfectamente. Es que lo único que estáis haciendo es puro marketing empresarial, no política. Lo único que queréis es poner la etiqueta de que gobernáis un país pero sin gobierno el país va igual de bien o igual de mal. Aquí no cambia nada, y no hay gobierno. Ahora estamos en una situación de desgobierno ¿tú has notado un desgobierno? Sigues cobrando o no cobrando… no sé, sigues en la misma situación que ayer y que cuando estaba gobernando el PSOE y que cuando gobernaba el PP. No cambia nada. Eso es lo que no me gusta de la política, que es puro marketing.

Elsa: En general, mi opinión es un poco negativa. Hay descontrol, no se dan soluciones… Entiendo que no es algo fácil, más estando en la Unión Europea. Todos los escándalos que han ido saliendo… En los últimos años la corrupción hace que no los puedas ver positivamente. Aunque sabes que no es algo generalizado a todos los políticos, al final muchos de ellos han participado. ¿Cómo vas a poder volver a confiar en ellos si al final sabes que han hecho esas cosas?

¿No creéis que eso puede tener solución?, ¿no creéis que vaya a cambiar?
Diego:
A largo plazo, tendría que cambiar la estructura. Es que la política no solo es la política: es la política, es la economía, son los medios de comunicación, es el propio concepto del español medio ante la realidad de su país… no sé, es muy difícil cambiar eso.

Mi razón para no votar es que yo no quiero ser cómplice del latrocinio de España. Me parece lamentable lo que estamos viendo. Si no creo en una postura política válida, o la monto yo y me monto a mi mismo, o no voy a votar a nadie porque no voy a dejar mi destino en manos de nadie que no creo que sea capaz de llevarlo con responsabilidad política.

¿Tenéis una participación política activa? ¿Creéis que de ella depende vuestro futuro?
Elsa:
No, nunca me ha interesado. Entiendo que es importante, pero nunca he tendido a involucrarme en el ámbito político.

Diego: No, tengo opinión, me gusta opinar pero no, no creo en ello. Entrar en la rueda me parece aceptar los principios de la rueda. Yo creo que es imposible cambiar la rueda desde dentro, al final la rueda te absorbe y entonces, ¿cómo cambia? ¿qué haces, votas? ¿a quién? ¿Sales a la calle y te manifiestas? Mira Podemos, el 15M, hace cinco años, o ni siquiera. Eran el cambio, al final su discurso político viene a ser ‘nosotros no robamos, ellos sí’, eso es demagogia. En política eso no se puede hacer, aunque seas la alternativa no te puedes mostrar como el único que dice la verdad porque, entonces, por las leyes mismas de la lógica, ¿por qué tú estás diciendo la verdad y los demás no? ¿Me tengo que creer que tú no robas? Demuéstrame que tú no robas. No me vendas populismo. Al final es lo que creo, que hasta las opciones alternativas en este país son parte de la rueda.

«Mi carrera no está valorada»

¿Cómo véis vuestro futuro laboral?
Elsa:
En la época de mis padres, tener una carrera universitaria ya les abría las puertas a un trabajo acorde a sus expectativas. Sé que voy a tener problemas de trabajo si vuelvo a España. Algunas compañeras de la carrera no están encontrando trabajo… También depende del sector en el que busques. Mi carrera no está valorada. En España, la nutrición está limitada.

Diego: Jodido. He elegido una carrera mal elegida, el periodismo no va a ninguna parte. La mayoría de la gente que conozco que está trabajando está enchufada. Si no tienes los enchufes adecuados, estás jodido. Te puedes buscar la vida, yo estoy trabajando en un medio pero no cobro. No es como, por ejemplo, aeronáutica, que estudias y en cuarto de carrera en las prácticas estás metido en una empresa trabajando y cobrando 800 pavos. En esas carreras, aparte de darte créditos por las prácticas, te dan dinero por efectuar esos créditos. La mayoría de las carreras de letras y humanidades no son así. ¿Nos estamos cargando las humanidades? Puede. ¿Error mío porque me gusten las humanidades? Puede. Pero el mundo de las humanidades está muy jodido.

¿Creéis que alcanzaréis el nivel profesional y económico de vuestros padres?
Elsa
: Mi padre tiene un doctorado… Yo no sé si voy a llegar a eso. Me gustaría pensar que sí, que voy a llegar al nivel de ellos… Pero no lo veo nada claro. Dependerá del tipo de trabajos que haya, de que la situación global y del país mejore en el futuro, de si se abren nuevas oportunidades.

Diego: Espero que sí, también el nivel de las generaciones anteriores era un poco ficticio, y así estamos. No puede ser que estudies una carrera y no tengas trabajo. Porque es que sino, ¿adónde vamos? Eso habría que solucionarlo, pero no sé, había gente que se compraba una casa con un sueldo de mierda, y se permitía. Tampoco es eso, no todo el mundo puede tener una casa en propiedad, puedes vivir en una casa de alquiler toda tu vida con toda la dignidad del mundo. Hay que recuperar la dignidad y hacer una media de calidad de vida, no que haya gente que vive de puta madre, gente que vive por encima de sus posibilidades y mucha gente que vive por debajo de sus posibilidades, por debajo de lo que se merece.

¿Hay oportunidades en España para los jóvenes?
Elsa: En este momento se ve que los jóvenes no están teniendo mucho éxito, con tasas de desempleo muy altas. Eso es contradictorio. Es a los jóvenes a quien más oportunidades les tienes que dar. Si les dices que no, cómo van a conseguir su primer empleo, cómo van a coger experiencia. Es cierto que la gente mayor también tiene problemas porque no les quieren contratar. Pero los jóvenes están en ese momento en el que tienen que ser contratados, cuando son los que van a tener una carrera laboral larga y productiva. ¿Por qué tienen menos oportunidades cuando deberían tener más?

Diego: Hace cinco años ser joven en España y no tener ni un duro era un caos. Ahora, bueno, ahora te puedes buscar algo. Cada día las hay más, pero sigue habiendo pocas. O están predefinidas las oportunidades, se dan a un número concreto de gente y ese número concreto de gente tiene unas características concretas. No tiene oportunidades todo el mundo. Lo de la igualdad de oportunidades me choca. Yo en la universidad echo de menos gente obrera. Se está viendo que la educación, que es una cosa que debería ser accesible a todos, hoy por hoy no la tiene todo el mundo, y eso es preocupante.

España mola

¿Qué pensáis de la emigración?
Elsa: En general me parece algo positivo. Pero positivo si lo eliges tú. Si es algo que se te impone porque en tu país no puedes trabajar. Yo en mi caso lo he elegido, estoy haciendo cosas que me gustan, que me interesan y es una época en la que estoy descubriendo cosas diferentes, viendo mundo, conociendo personas… Eso me está aportando mucho, pero también muchas personas vienen a Londres para trabajar, para ganar dinero porque en España no han podido.

Yo estoy aquí porque quiero y aún así a veces lo paso mal porque echo de menos mi casa y mis amigos… Si es algo que te han impuesto, lo pasarás peor. Si además no sabes inglés… Porque el inglés en España no está muy potenciado… Si la lengua es otra barrera más, pues será complicado. Aún así, yo tengo que decir que salir de tu país, al menos por unos años, es positivo.

¿Pensáis en emigrar?
Diego:
Yo me fui nueve meses en Inglaterra. Volví para terminar la carrera, porque sin carrera, ¿dónde vas? Allí estaba trabajando en un bar. Por circunstancias de la vida decidí irme, hice dos años de Historia, me cansé un poco y como no tenía claro qué quería hacer… Pero claro, tengo que hacer una carrera, tengo que estudiar. Aunque ya estoy viendo que no vale para una mierda.

¿En el futuro, os planteáis volver a hacerlo?
Diego: Sí, aunque España me mola. A mí me gustaba mucho Inglaterra y vine calentito. Me gusta España mucho, creo que estamos en un país muy guay para vivir. Me gusta mi país y me jode irme, y sobre todo me gusta escribir. Puedo escribir en inglés pero no, no me siento totalmente cómodo en inglés como para escribir con la misma soltura que escribo en castellano porque es mi idioma y lo domino perfectamente. Quiero ser periodista y si algún día escribo me gustaría hacerlo en mi idioma que es donde creo que puedo mostrar todas mis capacidades.

Elsa: El año que viene volveré a España y ahí si empiezo a buscar trabajo y veo que no hay nada, pues me plantearía volver a salir. De momento, mi visión a largo plazo es estar en España y vivir en Madrid, pero no puedo asegurarlo.

«Estado de bienestar, bonita palabra»

¿Existe igualdad de género en España? ¿Se refleja o reproduce en la juventud?
Diego: Sí, yo de hecho creo que mis amigas consiguen trabajo con mucha más facilidad que mis amigos. A ver, es que igualdad de género no hay nunca, no puede haber, somos dos géneros y no somos iguales. Igualdad de género es un poco tedioso, es un poco demagógico, cada género tiene sus características y cada género se adecúa mejor. Igualdad en cuanto al trato que tienes en las empresas, puede ser. A nuestro nivel creo que si eres mujer tienes las mismas oportunidades de encontrar trabajo. Y en cuanto al salario, en principio, también.

Elsa: Yo creo que sigue habiendo diferencias, en cuanto a empleos, por ejemplo. Por una parte, se ha hecho bastante por la igualdad en los últimos años. Ahora más mujeres van a la universidad que hombres. En juventud no percibo ninguna diferencia.

¿Notáis alguna brecha generacional entre la gente de tu edad y la más mayor?
Diego: Sí, las redes sociales, Internet, YouTube… En los medios se nota muchísimo, las viejas tradiciones, de las que también soy partidario. No creo que la revolución de las tecnologías sea necesaria para vivir, el papel por ejemplo es insustituible. Se está contratando a gente joven para revitalizar esas cosas pero ha cambiado mucho todo. Ahora tienes todo al alcance de la mano en un segundo, entonces tiene que cambiar todo. Es adaptarse o morir.

Elsa: Yo creo que las personas más adultas en su momento lo tuvieron más fácil: había más oportunidades de trabajo, la situación económica estaba mejor y muchos de ellos tuvieron la suerte de conseguir buenos salarios base de su trabajo y su educación… Tuvieron que trabajar, eso sí, no se lo dieron gratis. Pero ahora, con ese mismo trabajo y esa educación no consigues lo mismo. Ahí hay una diferencia que a los que somos jóvenes no nos gusta… Nos gustaría que fuese como antes.

¿Te sientes respaldada por el Estado?
Elsa: Igual en situaciones concretas sí… Pero en realidad yo me siento respaldada por mis padres, que hacen lo que sea por mis estudios… Por el Estado, sabes que tienes la sanidad… Pero muchas veces si vas te dan cita para dentro de cinco meses. En cuanto a la universidad sí, en ese sentido bien. Allí todo me ha salido bien en los años de carrera.

¿Qué opinas del estado de bienestar?
Diego: No me preocupa. Yo creo que el estado de bienestar es un cuento muy bien montado. En Estados Unidos no hay pensiones, no hay seguro médico… y no va mal, hay muy poca pobreza anciana, lo que pasa es que se falsea, se falsean muchas cosas. En Estados Unidos, el propio trabajo te genera un seguro. Allí, si no aportas no recibes nada pero si aportas, recibes con creces. Aquí todo el mundo recibe aunque no aporte, pero las condiciones de recepción son pésimas. No creo en el estado de bienestar, porque está montado. Tiene que pasar una tercera guerra mundial para que haya un gran cambio.

Estado de bienestar, bonita palabra, bonito concepto pero fábrica de infelicidad. El estado de bienestar es un eufemismo para darles a todos un poquito y que se queden contentos. Si están contentos, no gritan.

Elsa: Yo creo que es positivo. Sí que veo bueno que haya una sanidad pública, una educación pública… Es verdad que luego no se trata igual a todo el mundo. Pero sí que creo que en el aspecto teórico haya un Estado que ayude a las personas cuando lo necesiten. Luego en la práctica también es cierto que todo no sale tan bien. Sería bastante chocante pensar que dentro de unos años no vaya a haber este estado de bienestar, que se vaya a derrumbar del todo. Espero que no. Yo me veo con pensión… puede que sean más bajas que las de ahora. Pero quiero pensar que sí.

La vida en la crisis

¿Os ha afectado la crisis?
Diego: Yo vivo en crisis desde antes de la crisis. Sí, sé lo que es la crisis pero no me ha supuesto ninguna restricción. Ya te digo, yo vivo en crisis desde que tengo uso de razón, llevo trabajando desde los 16 años, buscándome la vida, sigo en crisis hoy y mañana España saldrá de la crisis y yo seguiré en crisis. Hasta que no encuentre un trabajo profesional en el que me paguen acorde con lo que hago, yo estaré en crisis siempre. De todas formas, para un joven actualmente, no estar en crisis es muy difícil. Salvo que tu padre te meta dinero o te pague el piso. Enséñame un joven que esté estudiando que cobre más de mil. Uno de cada diez o de cada quince.

Elsa: A mi no me ha afectado. A mis amigas del colegio tampoco, todas tienen más o menos los mismos objetivos. Sin embargo, en mis amigas de la universidad sí que lo veo más, que a pesar de estar trabajando y estudiando muchos años no acaban de encontrar trabajos de más nivel. Después de una formación universitaria pretendes encontrar un trabajo que compense el esfuerzo que has hecho durante los años de estudio.

¿Habéis trabajado alguna vez de forma precaria?
Diego:
He trabajado en El Corte Inglés, en el Carrefour, en un bar, en una empresa de marketing haciendo publicidad, en unas prácticas que conseguí aquí, en Bandalismo ahora mismo soy redactor, estoy en el McDonalds trabajando…

Elsa: [Elsa no ha trabajado]. Todo el mundo cuanto mejor sea el trabajo, pues más podrá ir ahorrando para el futuro o para cubrir los gastos que tiene. Sí que se ve que las empresas, las universidades… Las prácticas no son remuneradas. Los jóvenes hacen tareas que de otra forma tendrían que ser pagadas, y no les pagan mucho o no les pagan. Puede ser que al principio puedas ganar menos, pero tiene que llegar un punto en el que tienes que dar el salto. Si no, nunca vas a poder progresar y te vas a quedar estancado, viviendo en casa de tus padres sin poder independizarte. Tiene que haber un momento en el que el trabajo te permita ser independiente.

¿Os planteáis independizaros?
Diego: Vivo con mi abuela, he tenido mil problemas con mi familia, que no me ha ayudado en nada nunca. Estoy independizado, lo único que hago es vivir bajo el techo de mi abuela y no puedo más, llevo 15 días y me tengo que ir. Ha coincidido que he terminado las prácticas y el sueldo de 200 euros que tenía entre semana ya no lo tengo y en los fines de semana, el McDonalds está bajando horarios. Se me ha juntado todo así que ahora estoy bastante jodido. Se arreglará, como siempre, supongo, porque ya te digo, siempre me he buscado la vida y siempre he salido, pero es jodido.

Elsa: En el corto plazo, no. En el largo plazo, igual en cinco años, pues sí. Antes con estas edades nuestros padres ya estaban independizados. Pero ahora, hasta que uno no tenga un trabajo medianamente seguro, no te puedes ir de casa. ¿A dónde vas a ir? Yo lo noto en compañeras que son más mayores. Ni siquiera tras haber tenido varios trabajos tienen dinero para independizarse. Me parece triste. Si yo lo hiciera creo que primero sería compartiendo piso.

¿Crees que la pobreza es un problema que afecta a la juventud?
Diego: Yo no sé donde están los pobres jóvenes, en mis amigos soy el único. Sí, los hay, pero en la universidad no están. Los habrá pero que no tengamos ni un duro somos pocos. Con la mayoría de personas que me junto no tienen problemas o casi ninguno. Y yo tampoco estoy tan mal, me busco mi vida y por lo menos tengo trabajo, que hay gente que no lo tiene. Me puedo ir de viaje, recortando de otras cosas y viviendo como una especie de indigente inteligente, sacando de aquí y allí, rascando de todos lados.

Elsa: Más que en la juventud yo creo que se ve en las familias, con hijos pequeños. Se ven los comedores sociales, se abren los colegios para que los niños puedan seguir comiendo. También en personas mayores, personas que no tienen medios, sin nadie que les ayude ni se preocupe por ellos. En la juventud imagino que habrá gente que sufrirá pobreza, y que será duro, pero yo no la he visto en mis círculos.

¿Ha cambiado la crisis tus expectativas?
Diego:
No es que te cambie las expectativas, pero quieres cobrar lo suficiente como para vivir con una suficiente dignidad independientemente. O me pones unas prácticas más accesibles y mejor pagadas o me estás obligando a buscar dos trabajos de mierda. Y dos trabajos más para tener que venir a la universidad presencial, ¿qué tiempo me queda para buscarme un futuro? Venir a la universidad no sirve para nada, y trabajar en Mercadona no sirve para nada, solo para ganar dinero. Tengo que dormir, tengo amigos y gente a la que ver, tengo vida, ¡tengo 23 años, joder! No voy a estar como un tío de 50 que tiene que mantener tres hijos. No, porque me pego un tiro. Es complicado, las aspiraciones de futuro son complicadas porque todo tu tiempo lo inviertes es sobrevivir. No puedes invertir en tu futuro porque tienes que invertir en tu supervivencia.

Elsa: Tampoco sé cómo, pero seguro que sí en las expectativas laborales. Realmente a mí no me ha afectado tanto. No siento que la crisis haya hecho que no pueda desarrollarme de manera profesional en el futuro, que no pueda llegar a conseguir mis objetivos. Sí que veo una incertidumbre general y que la gente no consigue ver qué va a pasar, cómo va a ser mi vida dentro de 10 años. A veces te planteas que lo normal, tener una casa, un coche, un trabajo… a veces te planteas si lo vas a conseguir.

¿Existe una recuperación de la crisis?
Diego: Sí, se nota que hay más trabajo, se nota que hay más movimiento, pero las condiciones son jodidas. Contratos de mierda, poquísimas horas, mal repartidas… al final, tienes algo por tenerlo pero es complicado.

Elsa: Yo creo que no. La mayoría de las cosas están más o menos igual. Desde un punto de vista económico igual hay más gasto, pero desde el punto de vista social sigue estando más o menos igual. Yo no veo que el crecimiento esté repercutiendo en la sociedad.

¿Crees que va a cambiar esa situación a corto plazo?
Diego:
No, yo creo que se va a asentar. Creo que va a ser el futuro modelo de trabajo. El mercado de acceso es una jungla. Antes hacían formación la mayoría de las empresas. Ahora, al no haber formación, no hay aspiración de continuidad. Te cogen para un rato y te sueltan. Hay mucho movimiento porque mejor 35 personas con un sueldo de mierda que una persona bien preparada para hacer ese trabajo, porque a ese uno hay que cogerle, formarle, prepararle, convertirlo en una máquina y que se encargue de un trabajo potente. Eso ya no existe. Yo aún no he superado el mercado de acceso y eso que he pisado seis trabajos.

«Supervivir la juventud»

¿Qué papel creéis que tiene la juventud en el futuro de España?
Diego:
Vital, fundamental, lo más importante.

Elsa: El papel de la juventud es importante, sí… Pero a la vez no. Somos el futuro, se nos tiene que valorar, nos tenemos que educar para que el país salga adelante. Pero está claro que los que gobiernan ahora mismo no son jóvenes, no tienen tantas ideas nuevas y quieren seguir con lo que han estado haciendo hasta ahora. Llegará un momento en el que los jóvenes tendrán que tomar este papel y conseguir que el país cambie y se renueve un poco. Está claro que ahora la cosa no ha ido muy bien. Tenemos un papel que desarrollar.

¿Cómo vives la juventud? ¿Sientes que la estás aprovechando?
Diego: Yo supervivo. Vivo muy bien, mucho mejor de lo que podría parecer para lo que tengo. No sé cómo lo hago, no me preguntes cómo porque no lo sé, pero no estoy mal. Me gustaría tener más tranquilidad, no tiempo. Yo no vivo tranquilo en ningún momento, nunca tengo dinero, no sé si lo voy a tener, por eso no vivo tranquilo. No puedo dar todo de mí. El dinero es tranquilidad, no calidad de vida. Ya te digo, no tengo ni un duro y tengo calidad de vida. La calidad de vida depende de ti. Es lo que he aprendido yo.

Elsa: Sí, y además este año creo que la estoy aprovechando más al haber salido de Madrid y de España. Al salir de tu área de confort ves muchas cosas. Estar yo sola, solucionando las cosas yo. Sigo contando con la ayuda de mis padres, pero en la distancia, que es un poco diferente. Estoy con cosas nuevas a las que no me había enfrentado. Mis amistades tampoco han tenido muchos problemas durante la crisis, y en el tema de la relaciones sociales tampoco veo que hayan cambiado muchas cosas para mí.

¿Cómo te imaginaras un futuro perfecto?
Diego: Currando de periodista y cobrando 1.500 euros al mes. No pido más. Vivir con dignidad, con tranquilidad. No quiero un yate, no quiero un Ferrari. No es mi sueño en la vida sino tener un trabajo bueno, digno y que me dé para vivir, que si mañana me quiero comprar unas zapatillas, poder comprármelas. No pido más, hacer tu trabajo y que te paguen por ello. Y que sea un trabajo que ya que estoy estudiando, ya que me estoy moviendo, que sea de periodista. De lo que me gusta, donde creo que puedo demostrar lo que valgo.

Me hicieron hace poco la evaluación y me dijeron: ‘eres el tipo de trabajador rebelde’. Pues sí, qué quieres, si yo no estoy hecho para trabajar en un McDonalds, ¿porque soy creativo? ¿porque rompo un poco el molde allí establecido? Tienen una cadena de montaje fordiana, pero para hacer comida. Si rompes, aunque sea para mejorar, para implementar un aspecto, eres un trabajador rebelde. ¿No hay trabajos para gente rebelde? Estoy en una carrera para gente despierta, no hago más que ver gente dormida en el periodismo, rótulos mal escritos en televisión, artículos que mienten en todos los periódicos, artículos que están mal redactados. Considero que sí que debe de haber una posibilidad de tener un trabajo en el que desempeñes tus funciones con dignidad, con libertad y que te repercutan positivamente en tu vida. Y que te permitan vivir. Lo que estoy haciendo yo en Bandalismo, es lo que me llena a nivel profesional pero no lo puedo considerar profesión porque no me pagan. Es una cosa que hago yo por amor al arte y no debería ser así. Es un poco frustrante.